El muro que nos divide
Imagino que todos vieron las imágenes del presidente de Estados Unidos pavoneándose ante el muro que divide San Diego de Tijuana. Esta semana él visitó las obras de refuerzo de la barrera fronteriza ya existente. Dijo con mucho orgullo "Nadie va a poder saltar esta valla". La verdad es que el muro tan anticipado dista mucho de ser una realidad y es posible que nunca llegue a serlo. Lo importante sin embargo es lo que significa como concepto. El famoso muro constituye el emblema de la campaña racista contra los hispanos que ha emprendido el mandatario desde su campaña presidencial.
La barrera que anuncia Trump para separar la
frontera entre Estados Unidos y México ya está construida. No es un muro físico
real, sino un muro imaginario, aquel que ha fomentado desde su campaña para instigar
una campaña de racismo y xenofobia en contra de los hispanos.
El problema no es Trump únicamente. Al fin y
al cabo un individuo puede ser irracional. El peligro son los que se adhieren a
su cruzada convirtiéndose en más irracionales aún. Lo más desconcertante es que
algunos de los que creen en sus falacias son los propios hispanos, aquellos que
se dejan envolver por el discurso vil y provocador para ejercer el mismo tipo de
racismo sobre sus semejantes sin percatarse de que ellos también son blanco del
mismo aunque prefieran no admitirlo.
El discurso asfixiante que maneja Trump ha
enajenado a una gran mayoría de la población que creen sin lugar a duda que los
hispanos son criminales, violadores y narcotraficantes. Es tan penetrante su
retórica que este mensaje ha calado las conciencias despertando odios
acérrimos y agresión por parte de supremacistas nacionalistas en contra de los
inmigrantes, como quedó demostrado en el reciente ataque a la población hispana en El Paso, Texas.. Lo que muchos no saben es que tras de ese discurso se
esconde una narrativa mucho más potente. Es la creencia de que los hispanos constituyen una amenaza hacia
la cultura anglosajona de Estados Unidos.
En varias de sus obras Samuel Huntington sostenía
que las hordas de inmigrantes provenientes de países hispanos están poniendo en
peligro la identidad y los valores estadounidenses que han hecho de este país “una
gran nación". Los componentes que según Huntington están en peligro son: la raza,
la lengua y la religión protestante. Huntington declaraba que los hispanos corroen
la cultura “americana” con su raza (oscura), contaminan con su pobreza; amenazan
la cultura protestante con una mayoría católica y pervierten el inglés con la
influencia del español. Advertía que la continuación de las altas tazas de inmigración
hispana sumado a la lentitud de
asimilación eventualmente cambiarían a América en un país con dos lenguas, dos culturas y dos pueblos. Esta
dualidad, según él, “no sólo transformará
a “América”, sino que la llevará a su degradación[2]”.

El muro ya está erguido. Solo falta
finalizarlo. Y es verdad porque no se trata de una barrera física, sino de la
división ideológica y mental que ha sido la bandera del mandato del presidente. Este discurso repetido hasta el cansancio en los sucesivos rallys ha
logrado con éxito exacerbar los odios raciales en este país.
El desafío de los hispanos estriba en
desmentir esta campaña porque el ataque es contra todos,
llámense mexicanos, argentinos, hondureños, panameños, chilenos, uruguayos, venezolanos, puertoriqueños, cubanos o
colombianos. Los que hablan inglés sin acento también, así como los de segunda
y tercera generación que abrazan el sueño americano
con vehemencia. Todos los hispanos constituimos la gran amenaza en el
imaginario colectivo de Estados Unidos.
Somos los aliens, los invasores. Es nuestro deber y compromiso no ceder ante la
presión y confrontar el muro imaginario que ya se cierne sobre nosotros
dividiendo y replicando el mismo tipo de racismo del que somos víctimas.
Elvira Sánchez-Blake
Presidenta Hispanic Caucus, Partido demócrata del condado de Sarasota
#Latinxvote2020
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[2]
Huntington, Samuel. Who are we?: The
Challenges to America’s National identity. (NY: Simon and Schuster, 2004).
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